Detrás de cámaras

por Elizabeth Barria
Detras de camaras

El día que me propuse crear mi propia marca personal pensé en muchos temas que me identifiquen. Tenía que elegir colores, formas, imagen. Y también pensar el porqué  de esa elección. 

Pensé en varias ideas  para llegar a un público específico. Y lo mejor que se me ocurrió fue contar mi propia historia entre varios temas , detrás de esa marca personal por supuesto. 

Historias de temas variados, historias reales  que inspiren  y que atrapen a quien quiera  leerlos , y que no  solo  sean un montón de letras en un texto.                                                                                                                                                               

Creo que nuestra marca personal tiene mucho que ver con nuestro sello, algo así como nuestra patente para que todo el mundo nos reconozca. Y es que igualmente todos nacemos con ese sello propio, pero cuesta descubrirlo como nuestra marca registrada.

 De alguna forma es como darnos  a conocer por medio de un autorretrato entre lo que nos   gusta o como nos  gustaría que la gente nos  identifique. 

Contando la  propia historia no tan solo de  logros, o historias no tan solo de éxitos , que es lo típico que todo el mundo quizás  busca leer, sino también contar lo que nadie vio , ni nunca supo.

Me refiero  en este caso a contar el “detrás de cámaras “.

Fundamental para crear un vínculo basado en la certeza, en lo real, en los errores también  ,pero por sobre todo en la parte humana. Algo así como lo que solo uno sabe qué pasó  y que nunca nadie lo supo.Pero aún así lo hiciste a pesar de tus caídas y de cómo te levantaste o lograste salir adelante .

Aunque también es tan fácil aparentar frente a un público qué tal vez quiere leer tu historia y a su vez querer llegar al punto específico que se pretende leer.

Importante  también,  ser uno mismo a través de tu voz o de tu escrito.

Y algo no menos importante. Mostrarte tal cual eres. Sin disfrazarte ni tampoco copiar  historias de otros, o caer en la frase  típica: “A mi me pasa lo mismo”.  

Me gusta recordar cuando desde muy chica me encerraba  en mi pieza y me ponía a  escribir por largas horas en ese diario de vida que cerraba con una pequeña llave que guardaba muy secreta para que nadie la encuentre. Todos los días lo hacía , especialmente en la época que mi padre se enfermó muy grave. Escribir sobre su evolución ,o de  cómo me sentía entre tanta gravedad,  era como mi refugio ,en vez de llorar al final del día .

No recuerdo cuando deje de seguir escribiendo en ese diario, seguramente sus hojas se llenaron de relatos, y más  que seguro se quedó en alguna caja entre tanto cambio de ir y venir . 

Es tan fácil hablar de sí mismo cuando contamos nuestra propia historia. Aunque mantener una historia escrita puede resultar un tanto intimidante muchas veces  porque de alguna forma llenamos el papel de trascendencias que no siempre queremos que el mundo sepa. Para muchas personas quizás resulte difícil hacerlo porque cuesta muchas veces expresarse en letras. Y me lo han dicho muchas veces. 

Para mí es como hablar conmigo misma, porque me apodero y me adueño de ese lápiz y papel y cada uno de mis  pensamientos van tomando un peso y un único significado para mi  vida , porque  desde ahí solo redacto  lo que mi cerebro me comunica .

Todo es importante cuando escribes tu historia. Escribir sin juzgarte por supuesto, escribir incluso del sonido que te gusta, de los aromas, de cuantas risas importantes has tenido en tu vida, y también de esas penas que te han enseñado a pararte y a  seguir caminando con la cabeza erguida.

Escribir mi historia es darle ese play a mi mente, como una manera de entender, de procesar, de evolucionar, de ir creciendo y también algo no menos importante, de recordar. Porque quizás algún día volveré a leer estas páginas y capaz que ni yo misma me reconozca frente a tanta historia . 

He leído también de muchas películas se han editado inspiradas en hechos reales traídos de historias contadas desde la realidad más que desde la  ficción. 

Hablar de las pasiones  o de los logros,  no es lo mismo que hablar de ese proyecto que no resultó.

Siempre “le hacemos el quite” como se dice a no contar que nos fue mal, o  buscamos impresionar hablando de éxitos que muchos de ellos capaz que ni siquiera han sido éxitos como tal, especialmente cuando se quiere demostrar que salir adelante es más fácil de lo que se supone. Y es ahí cuando caemos en las apariencias. 

Y porque es así, se habla de suposiciones , de muchos tal vez, o de varios algún día, o varios quizás. En fin, para mi todo se reduce a varios aprendizajes. 

Si hoy vuelvo la vista atrás , sí me gustaría haber dedicado desde hace mucho tiempo antes un  escrito en cada  lugar donde la vida me ha llevado ,sin importar si recuerdo o no toda mi historia.

Al fin y al cabo el mundo gira en 360 grados y aún así su órbita nunca ha sido la más perfecta .

Necesitamos contar nuevas historias para cambiar de capítulos.

Necesitamos contar nuevas historias para cambiar de capítulos.

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